domingo, 30 de enero de 2011

Windows Mobile no ha muerto todavía

Microsoft va perdiendo la carrera de los sistemas operativos móviles e intenta dar un vuelco. Windows Phone 7 es, sin dudas, un salto radical en la interfaz y experiencia de uso pero... ¿Ha logrado desterrar al "viejo" Windows Mobile?

Con la llegada del publicitado Windows Phone 7 podría creerse a primera vista que el clásico Windows Mobile ha muerto. Desde el punto de vista del consumidor está claro: los teléfonos con Windows Phone 7 son más vistosos, y con aplicaciones, efectos gráficos y animaciones más acordes a estos tiempos marcados por la "tendencia iPhone". Además, el nombre ha cambiado de "Mobile" a "Phone" y, como colofón, el número parece decirlo todo: 7 es mayor que 6.5 (la última versión de Windows Mobile).

Incluso a los desarrolladores de .NET podría parecerles lo mismo (que Windows Mobile está destinado a perecer con inmediatez) pues ya no hay entorno de desarrollo, tanto de pago como gratuito, cuya última versión incluya soporte para desarrollar aplicaciones para Windows Mobile. El Visual Studio 2010, en sus versiones de pago, se ha separado del desarrollo móvil para ofrecer un IDE gratuito exclusivo para el desarrollo de aplicaciones para Windows Phone 7. Mientras, el SharpDevelop 4 incorpora el desarrollo de aplicaciones para Windows Phone 7, pero elimina el soporte para Windows Mobile.

De modo que si alguien quisiera hacer una aplicación para Windows Mobile, necesitará usar una versión desfasada: comprar una licencia de Visual Studio 2008 (si no la tiene), o aprovecharse de la gratuidad del SharpDevelop 3.2, lidiando con sus pequeños inconvenientes.

Entonces... ¿Ha muerto Windows Mobile? El cambio de nombre, la erradicación abrupta del soporte en las nuevas herramientas de desarrollo y la campaña de marketing que Microsoft está lanzando apuntan a que sí. Sin embargo, Windows Mobile no ha muerto y no lo hará de forma inmediata, y probablemente, ni siquiera a medio plazo.

La razón es muy simple: Windows Phone 7 está aún en pleno desarrollo, y aunque le han puesto muchas cosas que lo hacen más atractivo para el consumidor final, aún le faltan otras esenciales para quienes necesitan una plataforma donde implantar soluciones empresariales. La actual imposibilidad de acceder a Bluetooth desde aplicaciones de terceros, la incapacidad para controlar el acceso a redes WiFi, la imposibilidad de instalar aplicaciones por otra vía que no sea la tienda de aplicaciones y la actual incapacidad para ejecutar aplicaciones de terceros en background, descartan de lleno el Windows Phone 7 como plataforma para el desarrollo de software empresarial. Si una empresa cuyos desarrollos están basados en las tecnologías y herramientas de Microsoft y quiere hacer un sistema de recopilación de información que interactúa con sensores y periféricos por bluetooth o puerto serie; una aplicación de control de flotas que convive con otras aplicaciones en un mismo dispositivo; un sistema para la recopilación de datos in situ que sincroniza la información solo cuando está en presencia del punto de acceso WiFi adecuado... no podrá usar Windows Phone 7.

De modo que Windows Mobile se ha quedado viejo (ya lo estaba hace años) en lo que a interfaces de usuario se refiere y en eso, no hay dudas, Windows Phone 7 lo ha desplazado por completo. Sin embargo, Windows Phone 7 no da aún a los desarrolladores todas las funcionalidades de su predecesor, funcionalidades en algunos casos esenciales; por lo que aún, a pesar de las expectativas creadas, Windows Phone 7 no está listo para enterrar a Windows Mobile.

¿Cuándo lo hará? Es difícil saberlo. ¿Tal vez para finales del 2011? ¿En algún momento del 2012?

La cuestión es que Windows Phone 7 aún no es lo que el sector empresarial espera, por tanto: Windows Mobile no ha muerto todavía.

sábado, 15 de enero de 2011

Primera publicación: por qué surgió este Blog

Hace unas semanas, durante una presentación casi histórica de un producto que llevaba años esperando ser visto, ocurrió algo "inesperado": falló una de las tantas cosa que podían fallar y no se probaron antes de la demo. Enseguida me vinieron a la mente las Leyes de Murphy y a la boca la frase a modo de justificación: "efecto demo". Pero lo cierto es que, si bien en ocasiones durante la demo de un producto suceden cosas imprevisibles, muchas de las veces que experimentamos el tristemente célebre "efecto demo", no se debe a factores absolutamente fuera de nuestro control, sino a pequeños elementos previsibles que, por un motivo u otro, no tuvimos en cuenta; y esta no fue la excepción.

Por eso, ese día, decidí crear este blog, para plasmar mis experiencias y las de los demás, y aprender de los errores y lo éxitos cuando, pasado un tiempo, vuelva a revivir los hechos releyéndolos, analizándolos y criticándolos. Así nació este blog: de un fallo durante una demo de un producto, que instó los deseos de reflexionar sobre buenas (y malas) prácticas en los procesos ingenieriles implicados en el desarrollo de software.

¡Comencemos!