sábado, 12 de febrero de 2011

¡¿Que Nokia y Microsoft qué?!

Aún no salgo de mi asombro. Incluso luego de leer que un ex ejecutivo de Microsoft pasaba a ser el nuevo presidente de Nokia y que era el primer extranjero en la historia en ocupar ese puesto en la empresa finlandesa, ni por asomo podía imaginar lo que se anunciaría más tarde: ¡una alianza estratégica entre Nokia y Microsoft!

Pero si solo fuera una alianza para incluir elementos de terceros, aunque rara por ser Nokia tan conservadora -y un poco contracorriente- con su línea de desarrollo, se habría podido entender  pero... que Nokia renuncie a sus proyectos para móviles de gama alta en favor del Windows Phone 7 es más que inesperado: es choqueante. Es un salto tan radical en la línea de Nokia que el e-mail que enviara su nuevo presidente a los empleados, aunque anunciaba una decisión drástica, no dejaba entrever semejante transformación.

¿Qué se puede esperar entonces?  Pues un producto bueno: los terminales de Nokia son dispositivos con un hardware de indiscutible calidad y el sistema operativo de Microsoft, aunque aún no está maduro -como comentábamos en una publicación anterior- atraerá a muchos desarrolladores pues, no cabe duda, hay algo en lo que Microsoft no tiene rival: hacerle la vida simple a los desarrolladores dándole la mejor combinación de precio, herramientas de desarrollo y documentación que se puedan encontrar. Quien se haya tenido que configurar Eclipse para hacer aplicaciones móviles o haya tenido que pagar el precio de un iMac solo para poder desarrollar para el iPhone sabrá que es cierto, y más aún ahora, que el Visual Studio para desarrollar para el Windows Phone 7 no costará ni un céntimo más que los demás entornos de desarrollo de aplicaciones para las plataformas de la competencia.

¿Tendrá éxito esta alianza? ¿Quién supiera responder a esta pregunta! Lo que está claro es que ambas empresas se han tirado a fondo y están apostando todo en esta jugada porque entre los iPhone y los terminales con Android están desplazando del mercado a Nokia y Microsoft, cada uno en su terreno: al primero en el hardware y al segundo en el software.

¿Qué hacer entonces? Esperar y mientras tanto... estudiar Silverlight... ¡por si acaso!