martes, 25 de abril de 2017

Aprendiendo inglés: cuánto me ha costado y cuánto me falta

A finales del año pasado decidí que no podía seguir postponiendo el inglés como materia de estudio que tenía pendiente desde hacía mucho, mucho tiempo. Así que me propuse que en el 2017 dedicaría tiempo, con regularidad, para estudiar inglés.

Escogiendo dónde estudiar


A finales de diciembre hice un repaso de algunas academias que me quedaban cerca del trabajo y la casa. Después de descartar algunas más caras (no por el precio sino por mi absoluta falta de fe en mi propia capacidad de persistir) visité las academias que tenían mejor relación precio / calidad / cercanía para minimizar las posibles pérdidas en tiempo y dinero si abandonaba antes de lo esperado.

Así que, con un par de academias en la mira, pasó el fin de año y, con él, la tendencia impulsiva de apuntarme en una de ellas por las simples "ganas" de mejorar mi inglés.

Ese tiempo me sirvió para reflexionar y adoptar una estrategia más conservadora y realista: aprovecharía un curso online que ya había pagado y no estaba utilizando; de modo que, si me demostraba a mi mismo que estaba dedicando varias horas a la semana, con regularidad, podría dar el paso siguiente y apuntarme a un curso regular que requeriría tiempo para trasladarse, ser más constante... y sería más caro.

Así que retomé las lecciones en Busuu.com, una plataforma para aprender inglés, parecida a Duolingo.comBabbel.com.

La estrategia de estudio


Como mi objetivo primario era crearme el hábito de estudio y mi horario estaba bastante ajustado solo tenía una opción: levantarme más temprano para afrontar como primera tarea del día el estudio de inglés. Así que, para comenzar, decidí que intentaría dedicar 30 minutos cada mañana, de lunes a viernes.

Por otra parte, necesitaría un mecanismo para autocontrolarme y verificar mi progreso. Así que comencé a plasmar las lecciones vencidas y el tiempo dedicado cada día en un gráfico que pegué con imanes a la puerta de la nevera, de modo que mi progreso -o la falta de él- estaría presente cada día, a la vista, para estimularme a seguir y evitar caer en el abandono.

Finalmente, muy a pesar de que mi ego me tentaba a comenzar a estudiar por el nivel B1, decidí (por suerte) comenzar desde el principio, repitiendo, incluso, algunas lecciones que ya tenía vencidas.

El progreso


El nivel A1 fue rápido pero no controlé el tiempo desde el principio, ni con detalle: solo apunté las lecciones vencidas, a partir de la 8va lección. Así que como terdé 9 días para las últimas 11 lecciones, debería haber tardado, aproximadamente, unos 16 días para completar las 19 lecciones del nivel. Y ya que, en ese período, estudié también los sábados, habré empleado 2 semanas y media para completar el A1.

El nivel A2 fue más lento y controlé el tiempo dedicado cada día, incluyendo los días que debí estudiar y no lo hice. De modo que, cuando pasaban varios días sin estudiar, el gráfico de mi vagancia me daba una bofetada, cada vez que abría la nevera.

Como era de esperar, el nivel A2 no fue tan bien como el A1 y, para colmo, tuve algunos bajones en el estudio que el gráfico sacó a relucir muy bien y, gracias al cual, no fueron a peor. De modo que, al final, dediqué 26 días a lo largo de casi 2 meses, para las 19 lecciones, haciendo un total de 18 horas o, lo que es lo mismo, unos de 42 minutos de promedio, por día.

Lo que falta


Me he propuesto terminar el nivel B1 en Busuu.com antes de probar con la formación presencial. Así que, como mínimo, intentaré con este nivel antes de dar el salto. No obstante, dado que ahora estaré cerca del tope de mi nivel actual, seguramente avanzaré más lento, acercándome más a las cifras que se dan en algunos post y que serían unas 200 horas para pasar del A2 al B1.

Entonces, empezaré el B1 en mayo y, cuando termine, pondré por aquí el tiempo y el esfuerzo real que me tomó.